El día de la Reina, 30 abril, es el gran día gran holandés. La mayor fiesta de toda Holanda.
Si pensamos que en Holanda son bastante rigurosos a la hora de festejar, se festeja poco en comparación con otros países que incluyen días de santos o fechas patrias varias. Por ejemplo España cuenta con muchos más días festivos, entre las fiestas locales, más los patronos de cada ciudad y los famosos 'puentes' que brindan la posibilidad de poder tomarse unos cuantos días libres del trabajo y los estudios.
En cambio Holanda tiene una política más ascética en este sentido. Quizás producto de la cultura calvinista, de rigurosidad y ascetismo y sobre todo sobriedad a la hora de explayarse públicamente.
En todo caso, el 30 de abril es la oportunidad para que todos los holandeses saquen la fiera naranja del placard y vistan sus casas, calles y a sí mismos en la parafernalia de dicho color.
Un fanatismo como pocos inunda cada rincón holandés. El nacionalismo se siente por doquier. Equivalente a cuando juega el equipo nacional de fútbol. O más aun.
Esperando que haya buen clima, sobre todo para los que venderán sus trastos en el mercado libre de las calles, que ya la noche anterior se apoderan de su pequeño pedazo de cielo (en este caso, lugar en la calle para dejar sus trastos). Me hace acordar a la venta de entradas de los recitales de música en Argentina.. las colas que se hacían sólo para conseguir la ansiada entrada al concierto del momento.
Yo esperaba este año poder ir con mi hijito a vender todos sus juguetes que ocupan su habitación.. pero no. No hubo quorum. Todavía no está preparado para deshacerse de sus juguetes, con los cuales no juega desde hace más de 3 años.. Igualmente, iremos a darnos una vuelta al centro, a ver qué hay, qué nos depara la crisis, ahora que todos estamos haciendo más malabares con el dinero. Algunos aprovechan y venden desde electrodomésticos hasta televisores y scooters..
El primer año que pasé en Holanda y se acercaba el famoso día de la Reina (abril 2004), mi entorno familiar me comentó sobre esta fiesta, pero sin grandes aspavientos. Incluso ninguno estaba muy deseoso de ir a pasar el día en las calles de Lelystad. Así, por lo que me habían explicado yo interpreté, que ese era el día en que la Casa Real ponía a la calle sus muebles y trastos de su bodega. Y lo mismo la gente en general.
Nosotros veníamos pasando un muy mal momento económico, e incluso estábamos buscando una casa para alquilar. Pensaba yo, qué bien, si la gente vende muebles y cosas interesantes, como un mercado de pulgas, hasta quizás consigamos algo para nuestra casa!
Para qué explicar mi desilusión cuando caminando por las calles atestadas de naranja, cerveza, olor a hamburguesa y frikandel, gente borracha y mantas desplegadas por doquier, donde apenas uno podia caminar sin pisar algo o que lo pisaran a uno, me dí cuenta que lo único que vendía la gente era ropa vieja y tonterías. Desde juguetes y libros, lo más, hasta adornitos horribles y trastos viejos..
No sé si fue el hecho de darme cuenta que era un mercado de pobreza o el hecho de ver que esos holandeses a los que uno veía tan modositos de repente se desataban y andaban por las calles en manadas con lata de cerveza en la mano como si se tratara de un trofeo muy importante.
Además, que en una ciudad como Lelystad uno termina encontrándose con medio mundo. Y muy a la holandesa, muchos evitan saludarte..
Tengo que decir que me llevé una muy mala impresión de esta fiesta.
También hay que decir que en una ciudad como Lelystad la alegría es otra. Ya sobre las cinco de la tarde cuando se van yendo a sus casas, queda un reguero de basura y cosas viejas tiradas en las calles, que da pena.
Después de esa vez no me entusiasmó mucho participar de esta fiesta.
Tiempo después, cuando ya hice el inburgeringcursus y aprendí más sobre Holanda, su cultura y demás, entendí que una fiesta de este tipo tiene que ver con otras cosas.
Mucha gente prefiere quedarse en su casa ese día (mis suegros por ejemplo), aprovechar el día en su jardín si sale el sol o disfrutar de uno de los pocos días libres que existen en el país neerlandés.
Aglomeración naranja |
En ciudades como Amsterdam, días previos al 30 de abril es tal el tumulto en la hostelería, imposible conseguir lugar para dormir. Los negocios y las tiendas ya se preparan restregándose las manos, el gran negocio de la fiesta naranja es cuando más turistas se reciben. Todos quieren ver de qué se trata y formar parte. Amsterdam se llena como un estadio, con mareas de gente que vienen y van, sus canales atestados de barquitos y botes, sus calles atiborradas de gente, el Vondelpark se viste de mantas de colores para vender trastos viejos en el famoso mercado libre (Vrijemarkt) y hay fiestas, música, baile, conciertos.. sin fin.
Nunca fui a Amsterdam para el día de la Reina. Supongo que el día que vaya cambie un poco la imagen que me quedó de esa desilusión.
Pero por ahora no es posible, ya que con hijos pequeños no es algo que atraiga mucho, ya con el sólo hecho de viajar en tren hasta Amsterdam.
NS, compañía de trenes, extrema su seguridad y medidas especialmente para este especial día, doblando la cantidad de empleados, controlando a la gente que no lleve alcohol encima, y advirtiéndoles a los pasajeros que es mejor bajarse en la estación de Amsterdam Zuid que en Amsterdam Centraal. Es tal la magnitud del aglomeramiento de gente, que si vas con chicos es mejor quedarse en donde uno está. Con el miedo a que se te suele alguno de tu mano y que se lo lleve la marea de gente, Ay, no!!!
No, por ahora no me toca. Quedará para más adelante. También hay otras ciudades interesantes, Utrecht por ejemplo.
Este año justamente la reina Beatrix y el resto de la Casa Real visitarán el centro de Holanda, Utrecht se vestirá de gala dándoles la bienvenida.
Pero qué se festeja exactamente el 30 de abril? Y por qué es una fiesta tan importante?
Haciendo un poco de historia
El 31 de agosto de 1885 los Países Bajos celebraron el quinto cumpleaños de la princesa Wilhelmina y así sucesivamente cada año, seguiría celebrándose el día de su cumpleaños. Al morir su padre, el rey Willem II la fiesta pasó a ser automáticamente el Día de la Reina. Hasta 1948 se siguió celebrando cada 31 de agosto. Se suponía que la fiesta era la excusa para suavizar los contrastes dentro de la sociedad y fortalecer la unidad en Holanda. Con la coronación de Juliana la fiesta se trasladó al 30 de abril.
La reina Beatrix mantuvo la fecha del cumpleaños de su madre y en la actualidad el Día de la Reina es el día festivo real más importante, donde toda la población celebra, vestidos del color naranja que caracteriza a la Casa Real (Oranje) y vendiendo sus cosas de segundamano en el mercado libre.
La idea de un día donde se celebrara la unidad nacional, no surgió de la Casa Real, sino del editor de un periódico local. J. W. Gerlach era el jefe de redacción del periódico Utrechtsch Provinciaal en Stedelijk Dagblad. Ya en 1885 había sugerido la idea de organizar un festejo por el cumpleaños de la princesa Wilhelmina. Tomando en cuenta la corta historia del reinado de los Países Bajos, Gerlach vió este día festivo para la heredera del trono como un importante símbolo de unidad nacional. Algo que le venía muy bien a Holanda en este momento. Católicos, protestantes, liberales y socialistas luchaban en pos de cuestiones como el derecho al voto, la enseñanza educativa y la posición de los trabajadores, la llamada cuestión social. Los contrastes parecían insalvables y la tensión se hacía cada vez más alta. La sociedad estaba dividida y más bien segregada. Cada filosofía de vida tenía su propia red de asociaciones, grupos de interés y partidos políticos. La gente aun no tenía conocimiento del concepto 'polderen'. El rey se mantenía por su posición por encima de los partidos políticos. Por otra parte, aumentó el significado simbólico que tenía la monarquía después de la reforma constitucional de 1848 y a su vez se redujo su significado político.
Prinsessendag, o día de la princesa, era una fiesta más de tipo local, que se celebraba principalmente en la ciudad de Utrecht.
Tobbetjesteken |
Había kermés y la gente organizaba paseos con carros decorados y luego también bicicletas.
El 31 de agosto de 1902 el día de la Reina creció hasta convertirse en una verdadera fiesta folclórica. La población también celebraba ese día las buenas noticias: la reina Wilhelmina se habría recuperado de una grave enfermedad.
Wilhelmina y su familia casi nunca estaban presentes durante los festejos de este día. Esto cambió cuando en 1948 Juliana fue coronada reina. El día de la Reina entonces fue trasladado al 30 de abril y Juliana festejó su cumpleaños con un desfile a lo largo de los bordes del palacio Soestdijk.
Reina Juliana |
La actual reina, Beatrix, mantuvo la fecha inmutable como homenaje a su madre Juliana cuando ésta fue coronada. Una razón práctica quizás también, ya que el cumpleaños de Beatrix, 31 de enero, cae en pleno invierno y el clima en comparación con abril es más propicio para este grandioso evento al aire libre.
Beatrix no sólo cambió la forma del día de la Reina, también impuso desde ese momento que la fecha quedara fija en el calendario. En los años que la fecha ha caído en un domingo, el festejo se ha realizado el sábado 29 de abril.
La reina visita junto con su familia real dos lugares en Holanda para allí celebrar junto a sus habitantes. En todas partes de Holanda explotan los mercadillos donde los holandeses, vestidos de color naranja y con divertidos sombreros y demás tocados venden sus trastos usados.
Reina Beatrix saludando a la gente |
La visita real es transmitida en vivo y en directo por la televisión nacional y más de dos millones de personas se quedan en casa para poder verla. Curiosos por ver la manera de vestir de la familia real más que nada.
A continuación, la familia real pasea entre la concurrencia, disfrutando las atracciones y actuaciones, entre ellas koekhappen y zaklopen siguen siendo las más populares. La reina a veces se tienta con algún baile y el resto de la comitiva da lo mejor de sí para participar de algunas de las tantas actividades.
La Casa Real es muy popular en Holanda, a excepción del fatídico episodio que se diera en la ciudad de Apeldoorn en el 2009, donde un automovilista suicida intentó embestir contra el bus que transportaba a la familia real. El automovilista murió tras chocar contra una estatua, dejando un reguero de víctimas y heridos a su paso. Fue un episodio funesto para toda Holanda.
Canales atiborrados |
Este mercado libre de Amsterdam atrae cada año alrededor de medio millón de visitantes. Se organizan rutas especiales para hacer el recorrido a pie desde el centro de la ciudad. Los turistas también han descubierto este atractivo especial de Amsterdam y fluyen hacia la ciudad maravillándose ante la alegría que los Amsterdammers muestran en este día tan especial. En todas partes de la ciudad actúan artistas famosos, se dan conciertos de música en el punto medio que es Museumplein. El mercado que se realiza en el Vondelpark está destinado a los niños para que vendan sus juguetes y demás, o deleiten a los paseantes con sus dones como tocar el violín o la flauta en una manera original de hacerse de unos dinerillos extras.
Los canales se atiborran de barquitos, botes y yates con gente bailando, cantando y bebiendo.
Días antes, las veredas del centro y los barrios adyacentes son ocupados por las personas que pondrán su tiendita o extenderán su manta para vender y exponer sus trastos viejos.
Koopjesjagers (cazadores de gangas) aparecen en las primeras horas de la mañana a la caza de gangas a su gusto. En el Dam hay kermés con atracciones que quitan el aliento, con orgías de luces y sonido que se reflejan sobre la fachada del palacio real.
En otros lugares también se celebran grandes y pequeñas fiestas.
En Den Haag, por ejemplo, es la Koninginnenacht (la noche de la reina) la antesala nocturna al día de la reina, que se celebra justamente el 29 de abril a la noche. Esta es una noche con un festival de música que concentra alrededor de 200.000 visitantes.
También Utrecht tiene su Koninginnenacht. Todos los años se celebran estas antesalas a la gran fiesta con música, deejays y mucho baile.
Lintjesregen
El 29 de abril es también un día especial porque es el día que se da a conocer públicamente quiénes obtendrán una distinción real, una condecoración en base a su contribución a la sociedad. Este es el llamado 'Lintjesregen' que literalmente siginifica 'lluvia de cintas'. La cinta en cuestión es una condecoración con los colores de la bandera holandesa y la Casa de Oranje o sea, naranja. Las personas que serán condecoradas reciben de manos del alcalde de su ciudad una de estas condecoraciones. Suele ser una gran sorpresa ya que las personas nominadas no saben hasta último momento quiénes serán los elegidos. Se los invita al ayuntamiento con excusas. La condecoración es de la Orden del León Neerlandés (Orde van de Nederlandse Leeuw) y sólo escasas personas son las elegidas a llevar con orgullo esta tan deseada mención. Es un gran honor recibir un de ellas. Cada año se entregan un total de 3700 cintas de condecoración.
Al día siguiente, 30 de abril, todos los hogares holandeses izan la bandera nacional en sus mástiles. Muchos aprovechan el día festivo para dormir un par de horas más, algunos quizás hayan disfrutado la noche anterior de alguna fiesta.
Los cuerpos de tambores marchan ese día por las calles. En todas las embajadas en el exterior se disfruta de una copita de oranjebitter (bebida de naranja agria) y se deleitan con un trozo de los tantos tompoezen que se venden (una especie de delicia de repostería hecha de hojaldre y rellena de crema con una capa de azúcar glaseada en color naranja para la ocasión, sino suelen ser color rosa).
En ninguna otra parte del mundo se celebra el cumpleaños de un monarca de manera tan exuberante y creativa como lo hacen los holandeses. Pelucas naranjas, boas y todo tipo de detalles y baratijas del color nacional decoran las casas y las personas. La música invade las calles y es un día para celebrar con alegría y aprovechar para beber sin ton ni son.
Más de uno querrá escapar al bullicio, pero la mayoría disfruta de esta excusa nacional para pasar un buen rato.
Para aquellos interesados en saber más sobre el programa de actividades en Amsterdam pueden consultar aquí.
Al día siguiente, todo volverá a la normalidad. A pesar que en el resto del mundo es un día que se celebra como festivo, Holanda fiel a su sobriedad, festeja el día del trabajo (1 de mayo) justamente trabajando.
En mi caso, este año me han invitado al festejo de un Koninginnenacht en Lelystad en Underground. Donde habrá música y fiesta. Una buena manera de ver mi ciudad bajo otros ojos. Esta vez nocturnos. Con suerte, al día siguiente podré dormir un par de horas extras..
Feliz día de la Reina para todos!
Fuentes:
- Libro: Dit zijn wij - De belangrijkste 100 tradities van Nederland. Autora: Ineke Strouken. Pharos Uitgevers - Nederlands Centrum voor Volkscultuur. 2010. ISBN: 9789079399192
Muy linda toda la información de esta celebración holandesa! A mí también me descepcionó la primera vez que fui a una braderie. Recuerdo que pensé que sería un poco como la feria de San Telmo, pero en realidad no vi nada interesante salvo trastos viejos inservibles. Mis suegros son fanáticos de las braderies, y me invitaron un par de veces y yo por no despreciar, allá fui. Al tiempo ya se dieron cuenta, me parece, que no me intersaba mucho en ver cosas usadas que ya nadie quiere :)
ResponderEliminarEl Día de la Reina a mi en particular no me atrae mucho, si bien rescato que es un día de fiesta y que las ciudades se ven alegres todas engalanadas de naranja.
Me gustaría ver el concierto en Amsterdam algún día y ver luego el desfile de barcazas por los canales.
Aledys, gracias por dejar tu comentario! Se darán cuenta los holandeses que sus braderies no nos entusiasman?? Coincido con vos, el día de la reina, mucho no lo disfruto.. aunque a los niños les suele interesar más.. Pero, ay, yo creo que no debe haber nada parecido a vivir un día de la reina en Amsterdam.. a ver si nos toca algún día. Gracias por pasar por el blog!
ResponderEliminar