Ik wil niet alleen een huisvrouw zijn! (No quiero ser sólo un ama de casa!)

Son más de las 22 hs. Otro día que llega a su fin.
Hace varios días que tengo este tema dando vueltas y no encuentro el momento para sentarme a escribir.

La semana pasada estaba viendo un programa de televisión en canal 310 de UPC, Nostalgie Net, un especial sobre Huishouden (quehaceres de la casa).

Me sorprendió en particular que se le diera importancia a este tema. Muy completo, el programa sacaba a colación el tema del feminismo y la división de tareas en el hogar, basado en reportajes, imágenes y filmes de la época.

A mí siempre me llamó la atención enterarme que en Amsterdam existía una escuela especial para recibirse de ama de casa.. Sin ir más lejos, mi suegra, por ejemplo, egresó de tal academia.
Allí no sólo le enseñaban a cocinar, lavar, planchar y coser. También aprendían manualidades y cómo administrar los gastos del hogar.



En mi país de origen (Argentina) está muy mal visto ser sólo un ama de casa. Se entiende por esto a aquella mujer casada o en pareja que no trabaja o trabaja parcialmente fuera de la casa.
En Argentina, aunque las haya, no hay comúnmente mujeres que estén orgullosas de ser amas de casa. Al contrario, muchas preferirán pagarle a otra mujer para que haga el trabajo que no quieren realizar.
Porque con cocinar y cuidar a los hijos, las mujeres que trabajamos parcialmente o buscamos aun trabajo, ya tenemos bastante.
Aun así, alguien tiene que limpiar, y limpiar no sólo es pasar la aspiradora.. no conozco a casi ningún hombre que limpie un baño. Pero alguien tiene que hacerlo, no?

Aquí en Holanda, contrario a lo que pasa en países como Argentina, está casi mal visto "gastar" tu dinero para que otro haga tu trabajo, y es lo más normal del mundo el DIY (Do It Yourself, hazlo tú mismo). Por eso, a pesar de que sí hay mujeres (y hombres) que generan dinero y pueden darse el lujo de tener alguien que les limpie, lave y cocine (o simplemente planche!), por regla general en cada hogar holandés hay un ama de casa a quien confiar estos quehaceres.
Pero la gente que está acostumbrada a que le sirvan (sin por eso ser ricos) suele sorprenderse mucho y les cuesta entender lo natural que es saber hacer estos quehaceres por uno mismo.

Yo, por mi parte, fui muy malcriada en este sentido. Hasta que no viví sola en Europa no tuve la necesidad de aprender. Tampoco mucho me interesaba, a decir verdad. Si había otro que podía hacerlo, por qué iba a hacerlo yo? Este es un argumento muy simple que justifica la holgazanería y la falta de voluntad. Así, por poner un ejemplo, aprendí a usar un lavarropas por primera vez en mi vida a la edad de 27 años.. Cocinar? no gracias; cocinar para mí misma no tenía mucho sentido, así que mi alimentación se basaba en comer comida congelada (descongelada, claro) o frugales ensaladas y sandwiches.

Desde que llegué a Holanda con mi bebé en brazos, me dí cuenta que esos días estaban terminados.
Llegué a casa de mis suegros, gente muy trabajadora, y si bien intenté escabullir el bulto, en algún momento tuve que aprender a lavar, limpiar, etc.
Me costó un poco al principio. Pero fue también un alivio saber que esas tareas que tanto me aterrorizaban eran muy dignas y necesarias.

Hoy en día, no sólo limpio y cuido a mi hijo, también le agarré el gusto a la cocina y me siento (secretamente) orgullosa de saber cómo funciona un lavarropas.

También en Holanda, otra cosa que me sorprendió fue que la mayoría de los hombres participan de los quehaceres sin problema (a excepción de la limpieza del baño, claro está). No sólo porque muchos viven solos, también han aprendido de sus madres y/o padres.
Por regla general casi todos los hombres holandeses saben cocinar, poner un lavarropas, colgar la ropa, cambiar pañales y darles de comer a sus hijos. Y esto, además de sus respectivos trabajos o profesiones.
Y unos cuantos saben planchar sus camisas! (yo aun no  tuve la voluntad de aprender..)

Pero esto no siempre fue así. En la Holanda de antes (Nederland van toen) las tareas del hogar no se dividían, sólo las mujeres que no trabajaban eran las que llevaban la casa a cuestas, como los caracoles.
El hombre se ocupaba de traer el dinero y así era en todas partes.

Ser ama de casa no era ningún mérito, sino parte de las tareas femeninas. Ser ama de casa sigue estando considerado como una no-profesión, y por lo tanto tampoco está remunerada.
Hoy en día no podemos permitirnos el lujo de que una persona se quede en casa y gane menos dinero o ningún dinero. Vivir con un solo sueldo es muy complicado para la mayoría. Por eso, mucho más importante resulta organizarse bien y los dos tomar las riendas del hogar.

Por ley, "el criterio ama de casa corresponde a las servidumbres personales, que están prohibidos expresamente en el Código Civil. Es el primer artículo del Código: 1 Art, 2 BW: servidumbres personales, de cualquier naturaleza o descritos no serán tolerados. Este artículo se destina a eliminar todas las formas de esclavitud (trabajo libre) a prohibirlas. En numerosos tratados internacionales ratificados por los Países Bajos se hace hincapié en esta restricción . Por la ley de matrimonio, el legislador hizo una excepción. El servicio del ama de casa está consagrado en el sistema de la normativa, con el matrimonio como punto de partida, se complementa con la inclusión de impuestos y leyes sociales." *

Esto es así hasta el día de hoy. Si bien las mujeres nos hemos profesionalizado más y cada vez accedemos a mejores puestos de trabajo, aun quedan muchas mujeres olvidadas en sus casas con la única función de amas de casa - sin goce de sueldo.

Volviendo al tema de las academias.. la Huishoudschool que está en Amsterdam ya no es más una escuela. Estas escuelas, que también se las llamaba Kookscholen (escuelas de cocina) pertenecían a las escuelas de educación menor. Este tipo de enseñanza comenzó en el año 1888 con la Haagse Kookschool. De la cual surgirían luego algunos libros de cocina muy famosos. Durante todo el siglo XX también se las conoció como spinazie-academie (academia de espinacas). Con las innovaciones en la enseñanza gracias a la Mammoetwet (ley Mamut) en 1968, se le cambió el nombre al tipo de enseñanza y por ende a su título y pudieron admitirse también hombres, que  hasta ese momento sólo podían acceder a las academias artesanales.

Así, por ejemplo, resulta peculiar que en muchos hogares holandeses haya determinadas costumbres que para todos sean igual. Como el famoso Voorjaarsschoonmaak, una limpieza general que se recomienda hacer al final del período del invierno. Como un torbellino, las amas de casa holandesas quitan cortinas, muebles y alfombras afuera. Vacían todos sus placards, repisas y estanterías.. la ropa que sigue acumulándose en el ático o en el placard y ya no se usa en un largo período, se pone en bolsas y se regala o se lleva a las tiendas de segundamano.

No hay lugar ni rincón de toda la casa que no pase ante los escrutinadores ojos de estas amas de casa.

Esta limpieza coincide con las Pascuas. Hay como una necesidad de dejar todo como nuevo, limpio, lustroso.
También, los lunes eran los días que se hacía el lavado de la ropa, o sea el Wasdag. Y por añadidura, ese era el día que en la mayoría de los hogares holandeses se cenaba Stamppot (patatas estampadas con achicoria (o escarola), el famoso jus hecho con la manteca al fuego y  rookworst (salchicha ahumada). Típico plato caliente para los días fríos del invierno..

En los años '50s hicieron furor los avances tecnológicos en la vida diaria doméstica. Los Estados Unidos fueron los pioneros en estos menesteres. Ellos oftrecían las nuevas publicidades con las casas del futuro, donde cada electrodoméstico tenía su uso propio y función. Parecían objetos mágicos, como la heladera.. que hizo su entrada en los Países Bajos y Bélgica en la primera parte del siglo XX.

Antes los hogares sólo tenían kelder (sótano) donde podían conservar sus alimentos bien envasados y conservados.

Fue por esta época  (1946) que tuvo lugar un gran evento para todas las amas de casa.. la Huishoudbeurs, todo un hito en la historia de los eventos femeninos. Este evento se organiza cada año en la RAI Amsterdam, y además de curiosear entre los diferentes puestos de gadgets y electrodomésticos, las  ama de casa pueden disfrutar también de otro rubros que tienen su apogeo como moda, cosmética, salud, cocina y decoración. Cada año se renuevan las fantasías consumistas y además de hacer shopping, las mujeres pueden disfrutar de las actuaciones de conocidos artistas y BN'rs (Bekende Nederlanders: Holandeses famosos).
Para el 2011 se esperan un total de 450 empresas expositoras. También hay workshops y talleres, charlas y degustaciones.

Ahora, hablando de amas de casa.. no podemos dejar de mencionar el famoso libro de la escritora, reina del click-lit (también llamada literatura típicamente femenina) en Holanda, Heleen van Royem, De Gelukkige Huisvrouw (el ama de casa feliz), recientemente se estrenó la película basada en el libro.. La trama aborda las desventuras de una azafata, felizmente casada, que al tener un hijo sufre PPS (depresión post-parto) y deriva en una psicosis al no sentirse feliz con su nueva vida de madre y ama de casa. La película está protagonizada por una de las mejores actrices holandesas de exportación, en este momento, Carice van Houten y Waldemar Torenstra.

Será cuestión que las mujeres nos organicemos mejor en esto de llevar una casa y una familia adelante, porque también necesitamos valernos por nosotras mismas.. Trabajar, desarrollarse, estudiar, crecer, también deberían ser metas en nuestras vidas. Y las casas, quizás un poco menos limpias pero en orden. Con ayuda de todos los integrantes del hogar es posible, se trata más que nada de cooperar.

Es una utopía quizás, pero yo me niego a ser sólo  un ama de casa.

Cuando me preguntan mi profesión, digo madre, pero también digo escritora.

Seguiré escribiendo, será la única forma de demostrar que además de ama de casa sin goce a sueldo, tengo otras prioridades y ambiciones en la vida.

 * Texto citado de la traducción del artículo Huisvrouw en Wikipedia.