
Si bien no he escrito nada en este mes, estuve bajo la influencia del genial pintor holandés.
Todo comenzó con la elección al azar del libro Van Rijn (en inglés) de la biblioteca de Lelystad. Empecé a leerlo con afán. El sólo hecho de que fuera una novela basada en su vida me pareció interesante.
Ya había estado en el Rijksmuseum alguna vez, y si bien sus pinturas son universales, poco conocía de su vida y de su historia.
Así que empecé leyendo este libro, para después darme cuenta de que cada vez tenía más interés, quería saber más.
Coincidió precisamente con que el último sábado del mes de enero, el 29, había organizado ya desde diciembre una excursión a la ciudad de Leiden, justamente la ciudad donde Rembrandt vio la luz por primera vez.
En esta excursión (organizada via un grupo en Facebook) mucho no vimos, porque hacía mucho frío. Pero tuvimos la suerte de que uno de los que vinieron (un holandés que había vivido en Argentina) supiera mucho sobre Leiden y nos guiará un poco por la ciudad. Así, yo había ya averiguado sobre el famoso molino que perteneciera al padre de Rembrandt, que ya no existía porque se había quemado, pero si existía una réplica de este, que actualmente se llama De Put. Llegamos a último momento, cerraba a las 17 hs, y tuvimos la oportunidad de subir al molino (a mí me temblaban las piernas al subir, porque la escalera era muy empinada). El molino De Put es actualmente un molino que se utiliza para la fabricación de harina.
Fue interesante y la vista desde el molino era fantástica. Además, al lado del molino estaba la casa que antiguamente había sido de la familia Van Rijn, pero se encontraba toda tapada porque la estaban restaurando.
Por esta época coincidió que en la televisión daban una miniserie sobre la vida de Rembrandt en 4 capítulos por el canal Nederland 1.
Ví el primer capítulo con mucho interés. Un poco embebida en el libro aun, queriendo descubrir más detalles, sopesando hasta dónde la información del libro coincidía con la que la miniserie contaba.
En este caso la miniserie, Rembrandt en ik (Rembrandt y yo), basada en la vida de Rembrandt desde el punto de vista de sus amigos y familiares, trataba de las diferentes etapas en su vida. Este programa emitido por la EO (Evangelische omroep) los lunes por la noche, fue vital para el desarrollo de este artículo.

En el segundo capítulo, es su mujer, Saskia van Uylenburgh la que narra la vida en común con Rembrandt. La trágica muerte de sus tres primeros hijos, la época más gloriosa en su carrera, la enfermedad de Saskia y posterior muerte y el nacimiento de su hijo Titus son los ejes fundamentales en esta etapa de su vida.
La tercera parte se la dedica Govert Flinck, aprendiz de Rembrandt y luego competidor. Flinck no puede evitar sus celos al maestro, compite por una pieza de gran importancia, pero luego contagiado por la peste, muere Flinck y el encargo del famoso cuadro Claudius Civilis termina siendo para Rembrandt. Lamentablemente, Rembrandt no pudo con su genio, el cuadro es monumental y los que se lo encargan terminan devolviéndole el cuadro sin pagarle un céntimo.
Por este tiempo empiezan sus problemas de dinero. Apenas puede pagar la hipoteca de su casa y sus gastos diarios. Antes de morir, Saskia le había hecho firmar un contrato donde le impedía volver a casarse, ya que si lo hacía arriesgaba la fortuna de ésta y le sería negada a Rembrandt y a su hijo Titus.
En el último capítulo vemos a Cornelia, hija de Rembrandt y Hendrickje, la bastarda, como muchos la llaman, ya que es fruto de la unión 'en pecado' de sus padres sin estar casados. Por esa época la iglesia reformista era muy estricta en estas cuestiones. Siendo para Hendrickje muy difícil sentirse excluida de su propia iglesia.
Cornelia siente que su padre no la quiere, porque él apenas le dedica su tiempo. Son momentos difíciles para todos, la crisis, la peste. La súbita muerte de su medio hermano, Titus, abre una brecha de dolor en la familia. Muere Hendrickje también, y así quedan sólo Cornelia y Rembrandt que además terminan dejando la gran casa de la Jodenbreestraat para ir a vivir mucho más humildemente en la Rozengracht de Amsterdam.
Finalmente, muere Rembrandt, con su pincel en la mano. Y Cornelia abandona Holanda para casarse e irse a vivir a Batavia, en la actual Indonesia.
Una historia muy triste. Una historia de vida, con el contrafondo del siglo de oro holandés. Las imágenes son vívidas. Al leer el libro, ver la miniserie, haber estado en Leiden.. en fin, fue como una apertura a un mundo desconocido, pero muy humano.
Sin quedarme completamente satisfecha con toda esta información, quise más. Así, gracias a la Flevomeer Bibliotheek conseguí unos cuantos libros referentes a su vida.

El libro nos brinda una mirada más tierna y emocional sobre aspectos de su vida. La admiración de su hijo y al mismo tiempo, la desilusión a la que lo lleva cuando descubre que su padre deja en la calle a su nodriza, para Titus casi su madre. Las deudas económicas, que hacen la vida de la familia más difícil, y al mismo tiempo el amor del padre con ese hijo que superó la muerte que se había posado en la familia como una maldición.

También leí 'Rembrandt: het leven van een portretschilder' (Rembrandt: vida de un retratista) del autor David Spence. Un libro lleno de información e ilustraciones, donde no sólo se cuenta sobre su vida, sino también sobre la vida en los Países Bajos en esta época. Cómo era el mundo alrededor del 1650, qué cambios se vivían, quiénes eran sus contemporáneos, etc.
Por eso, este mes, además de mi arduo trabajo para la Casa Migrante Amsterdam y mi embarazo, el poco tiempo que me quedó entre casa, hijo, trabajo y trabajo voluntario, se lo dediqué exclusivamente a Rembrandt van Rijn, el famoso pintor holandés que hoy consideramos universal. El pintor del alma, con sus magníficas obras, ya por todos conocidas, como De Nachtwacht (la ronda nocturna), una obra de 1642, retrato grupal de la guardia civil de Amsterdam dirigida por el capitán Frans Banning Cocq y el teniente Willem van Ruytenburch. La obra nunca se llamó De Nachtwacht, este nombre le fue dado por la oscuridad de la tela. Tiempo después se descubrió gracias a la limpieza y restauración que la pintura no era de noche, sino de día. El título original nos es desconocido, como pasaría con otras tantas pinturas de Rembrandt.
Het joodse bruidje (la novia judía) fue otra obra magnífica, para ello sus hijos Titus y Cornelia posaron como modelos. Una costumbre típica en Rembrandt, utilizar a los miembros de su familia como modelos, sobre todo en temas bíblicos, uno de los géneros al que Rembrandt estaba muy acostumbrado a retratar. Aun no siendo él muy devoto a la religión, estas historias lo capturaban.

El cuerpo que se ve en la pintura es de un ladrón ejecutado, Adriaen Adriaansz. La identidad de los colegas de Tulp es conocida gracias a una lista de nombres que uno de ellos tiene en la mano.

Lo que más llama la atención en estos autoretratos es su franqueza, una honestidad que no sólo está dirigida a la parte física, sino como una forma de vanidad. Esta búsqueda personal ha creado un sinfín de seguidores que intentarían hacer lo mismo.
En un autoretrato de 1640 es donde vemos al pintor como adulto, cuando tenía 34 años. La pintura está basada sin lugar a dudas en un cuadro del maestro Titian, Retrato de un hombre joven (actualmente en la National Gallery en Londres). Lo interesante del autoretrato de Rembrandt es que en él está vestido con ropa del siglo 16 y no con la ropa de su propio tiempo, probablemente imitando al hombre del cuadro de Titian.
Finalmente, entre muchos de sus autoretratos está uno de sus últimos, del año 1669, a la edad de 63 años. En esta época sólo quedan él y su nieta, Titia (hija de Titus). Su pareja Hendrickje ha muerto, como también su querido hijo Titus, fallecido en 1668.
Otro aspecto interesante de este famoso pintor es el uso de los elementos. En la época en que él era famoso, pintar era un oficio sólo para algunos pocos, ya que se requerían grandes conocimientos en la técnica de crear una pintura lo suficiente buena para la creación de la ilusión en la tela.
Se ha investigado mucho acerca de los métodos que Rembrandt utilizara. Como consecuencia de estas investigaciones se ha demostrado que muchas de sus pinturas estaban firmadas con su nombre pero no fueron pintadas de su propia mano. También otras sin firma, se descubrieron como propias. De todas maneras resulta casi imposible descubrir si todas las pinturas de la mano de Rembrandt son propias, es poible que muchas fueran pintadas por sus discípulos en su atelier.
Resultaba común que los aprendices ayudaran con los grandes trabajos, donde el maestro pintaba las partes más importantes en la tela, pero no hay pruebas que indiquen que sus alumnos lo hicieran. Algunos alumnos copiaban el estilo de Rembrandt con tanta precisión que es por eso admitible el pensamiento de que las más de 100 de sus obras no fueran todas producto de la mano del maestro.
Crear color
La creación del color era un proceso laborioso. Un color que Rembrandt utilizaba frecuentemente es el amarillo plomo-estaño. Para conseguir este color primero había que fundir el plomo en un crisol de piedra, se le unía estaño cuando la temperatura estaba muy alta y así se quitaba el amarillo plomo-estaño que aparecía en la superficie del metal fundido.
Rembrandt molía los pigmentos de colores y luego los nezclaba con aceite para crear la pintura que utilizaba como capa. Para el pigmento negro utilizaba roble carbonizado y molía cuernos de ciervo carbonizados para un negro más profundo. La madera de sauce o vid era carbonizada para utilizarla como carbón de leña de tiza para dibujar. Cuando los colores estaba listos los aplicaba en pequeñas áreas en lugar de aplicarlas de una sola vez sobre la tela, como hacen muchos artistas desde el siglo 19.
Los cuadros de Rembrandt son famosos gracias a la manera en que éste experimentaba con la pintura, una mezcla de barnices suaves (capas transparentes) e impasto (pintura gruesa de textura rugosa) por los cuales algunos de sus cuadros dan una idea técnica más moderna.
Rembrandt se ha convertido en uno de los nombres más famosos en la historia del arte. Es de gran importancia la influencia que ha ejercido en artistas posteriores a su época. Esta locura Rembrandtiana ha tenido su punto de apogeo en el año 1906, relacionado con la celebración de los 300 años de su nacimiento. Y también, de igual manera en el año 2006, con la celebración de los 400 años de u nacimiento. El Rijksmuseum, sin ir más lejos, le dedicó una gran celebración con exhibiciones, muestras y demás actividades. Aquí un panorama de esta celebración.
Su manera de pintar, además de sus autoretratos donde obsesivamente se analizaba a sí mismo, ha constribuido en gran medida al desarrollo del arte de la pintura donde el artista no es sólo un observador de lo interno, sino también un retratista del mundo que lo rodea donde representa una historia.
Este punto de vista es hoy en día popular, pero quién sabe cómo pensarán dentro de 100 años las personas? Resulta inevitable que la gente evalúe de acuerdo al momento en que una determinada manera de pensar resulta influyente.
Se termina febrero, pero no se termina Rembrandt. Queda para algún momento una visita a la Rembrandthuis en Amsterdam, actual museo donde Rembrandt van Rijn viviera entre 1639 y 1658. Esta, su casa, donde vivió junto a su mujer Saskia, donde creó muchos de sus famosos cuadros y gran parte de su vida se viera dedicada entre sus paredes.
sin duda un interesantisimo tema!!
ResponderEliminargracias geo por aumentar nuestro conociento de lo k mas o menos ya sabemos pero no con tanta profundidad,mas si da placer en saber cosas de las cuales vos las decis con tanta pasion y dedicacion tambien..
como siempre un placer!!!
Muchas gracias! :) A mí también me gustó escribirlo.. si bien tenía el blog medio abandonado, no dejaba de pensar que ya vendría un buen momento para seguir con algún tema interesante. Y la verdad es que todo se dió para que Rembrandt ocupara un espacio vital en mi vida en este último mes. Me alegra que haya gente que valore eso.
ResponderEliminarSaludos!!